Ya pasaste por el parto, ¡Ay que nervios tenías!, ¿No?, los primeros días en el hospital, todo es nuevo, las visitas, la ropita… pero ¿y el sueño del recién nacido?
De repente, sales del hospital, llegas a casa y… ¡Sorpresa! ¡Bienvenida realidad!
¿Y ahora? ¿Cómo era eso de bañar a mi bebe? ¡Ay!, lo tomo en brazos y como que no se si lo estoy haciendo bien… Pecho a demanda, pero… ¿Será normal que pida cada 45 minutos?
Tú habías escuchado que “los bebés sólo comen y duermen” ¿Pero ahora te preguntas, el mío a qué hora se va a dormir?
Infinidad de cosas nuevas por resolver y que afortunadamente resolvemos porque simple y sencillamente somos capaces de hacerlo.
Van pasando los días, (y empieza lo que para mí fue lo más duro en su momento de la maternidad):
“Todas las personas a tu alrededor, se han convertido en expertos en el cuidado infantil y el mundo online está sobresaturado de información.”
Tanta información y tantas opiniones, que es difícil saber qué es lo más conveniente, y además, el sueño infantil no se libra de ser tema de dominio popular.
Buscas información sobre el sueño del recién nacido y te aparece información contraria por todos lados. Lo que está claro, es que quieres responder a tu bebé de una manera pero que tienes muchas opiniones que te hacen dudar en si hacerlo o no hacerlo. O inclusive si estás creando malos hábitos que será imposible quitar más adelante.
Los siguientes puntos son cosas que madres y padres hacemos de forma natural y que es lo mejor que podemos hacer en los meses del recién nacido.
Quisiera aliviar tu posible preocupación para que así lo des de forma plena y ¡lo disfrutes!:
Nada de esto puede “malacostumbrar” a los bebés y si llegara a crearse el hábito, es algo que se puede quitar fácilmente cuando el bebé sea capaz de conciliar el sueño por sí mismo.
De hecho el hacer estas cosas no sólo reducirá el llanto sino que será una gran contribución en ayudarle a establecer un vínculo seguro contigo y satisfacer una de sus necesidades más importantes:
Hacerle saber que eres su base segura y que puede contar contigo en todo momento que lo necesite, esto le da gran seguridad y bienestar emocional.
Respondes rápidamente a las necesidades de sueño del recién nacido:
Siempre estás ahí para tu bebé, aún cuando se te dificulta. Tu bebé se siente seguro porque sabe que sus necesidades primarias de seguridad, calor y amor son constantemente cubiertas.
El sueño del recién nacido puede ser muy inestable con lo cual entra dentro de la normalidad que no veas una constancia y que haya momentos que despierte.
Que tú le respondas cada que siente que necesita algo porque aún no lo sabe resolver; establece y reafirma que tiene su supervivencia asegurada y esta seguridad le da estabilidad emocional para toda la vida.
Das de comer a tu bebé cuando tiene hambre:
Cuando tu bebe da señales de hambre, te tomas el tiempo de satisfacerlas, aunque a ti no te venga muy bien.
Aunque antes dormías tus 7 a 9 horas del tirón de repente te encuentras con que debes dar de comer cada 3 o 4 horas por la noche, esto interrumpe tu sueño pero a la vez le ayuda a satisfacer su necesidad primaria de alimentación en este momento en que su cuerpo aún no está preparado para dejar de comer por tanto tiempo.
En caso de que tengas dudas sobre si la cantidad de veces que toma es la adecuada o no, te animo a consultarlo con su pediatra o tu consultora de lactancia.
El tener la seguridad de que nuestro bebé está teniendo el alimento suficiente es una preocupación completamente normal ya que tiene que ver con la supervivencia. Y como todo, tiene su equilibrio, entender sus necesidades es parte de conocerle.
Lo que tu sientas tiene la última palabra, pero para conectar con esta intuición es muy importante liberarte del miedo. Y para conseguirlo, sentirte apoyada puede ser de gran ayuda.
Piensa en algo, no hace muchos años (comparados con los millones de años que ha llevado la evolución humana) vivíamos en comunidad, las nuevas madres estaban rodeadas de sus madres, hermanas, vecinas con experiencia, esa sabiduría impregnada de gran sensibilidad se transmitía de generación en generación.
Hoy en día, hay tendencias que se alejan de todo esto y aunque pueden funcionar, nos alejan de esa conexión con nosotras mismas y por tanto de encontrar las respuestas que nos hacen sentirnos alineadas porque son coherentes con lo que sentimos, pensamos, decimos y hacemos.
Das pecho o biberón a tu bebe para que se duerma:
La oxitocina ¡Hormona del amor! que se produce al dar el pecho relaja tanto a bebé como a la madre y es completamente normal que tu bebé se relaje y se duerma al pecho.
Sí, y también es normal que se relaje mucho con el biberón, es el gran poder de la relajación por succión.
Como te dije anteriormente, si te preocupa crear un hábito por esto puedes trabajar en ello, pero si a ti te funciona y te resulta placentero ¡Disfrutalo! Házlo sin culpa alguna que hacerlo con culpa “no sabe igual de bien”.
Recuerda que además del sueño del recién nacido hay ¡Tantas cosas que atender! así que paso a paso que lo más importante de todo es establecer una conexión y un apego seguro.
Dar el pecho y/o bibe con atención plena a tu bebé pueden ser grandes aliados para establecer este vínculo.
Lees o cuentas historias a tu bebé:
Cuando inviertes en la imaginación de tu bebe, le estás dando un regalo para toda la vida. Albert Einstein decía: “Si quieres que tus niños sean inteligentes, lee para ellos cuentos de hadas. Si quieres que sean más inteligentes, lee aún más cuentos de hadas”.
Cada madre o padre somos diferentes, hay quienes somos más de cantar y hay quienes son más de historias. El verdadero objetivo es encontrar nuestra manera de conectar con nuestro bebé.
¡Encuentra aquello que a ambos les ayude a conectar y disfrutar más de su tiempo juntos!
Le sonríes a tu bebé, especialmente cuando te sonríe a ti:
Tu bebé va a aprender que es una persona encantadora cuando ve caras de encanto en las personas más importantes. Esto le enseña que vale mucho.
Es una de las maneras más sencillas y bonitas de establecer este vínculo por medio de la pregunta-respuesta. Verás que tu bebé va buscando diferentes maneras de llamar tu atención.
Cada que tu respondes refuerzas ese sentimiento de seguridad que cuenta contigo y establece bases sólidas para que del sueño del recién nacido evolucione a un sueño de tranquilidad porque confía que siempre que lo necesite estarás ahí para ayudarle a cubrir sus verdaderas necesidades.
¿Qué te parece? Si yo hubiera leído esto cuando era una recién mamá me hubiera relajado muchísimo, de hecho, recuerdo muy bien que cuando más abrumada estaba, leí un libro que me hizo sentir muy bien, ya que daba soporte a lo que instintivamente hacía por mi bebé y me hacía sentir muy fuerte frente a algunos comentarios que me hacían dudar si lo estaba “haciendo mal”.
Te animo a disfrutar lo más posible de esta etapa que aunque no lo creas, se va muy rápido.
¡Un abrazo!
Tami
COHERENCIA, CONEXIÓN, CONFIANZA Y CALMA